lunes, 2 de abril de 2012

El mundo está lleno de personas que tienen apellidos a medida de sus profesiones

Recien leí esto en el blog de Alejandro Jodorowsky y lo quiero compartir.


Puede ser una cuestión del azar que las licenciadas Adriana Caldo y María Pappa hayan trabajado juntas en el área de trastornos alimentarios. Pero que Carlos Amarilla decidiera ser árbitro y Luciano Palos arquero, ya genera ciertas dudas. Y cuando uno lee que el médico Eloy Sordelli se especializó en otorrinolaringología, deja de creer en las casualidades y piensa que algo tiene que haber para que toda esa gente haya caído bajo el influjo de su apellido.
Recopilados por Walter Duer en el libro Marcados por el destino, estos ejemplos, rigurosamente ciertos, son apenas unos pocos en un mar de nombres insólitamente bien colocados en su contexto. Sus dueños dicen en general que sobrellevan sin problemas la situación, aunque el veterinario Rubén Gatti, ex presidente de la Asociación de Medicina Felina, admite que alguna gente cree que se trata de un chiste.
¿Profesiones conectadas con el apellido?
Hay muchos ejemplos:
-El experto en violencia familiar Norberto Garrote
-La veterinaria Gloria Perrupato.
-El doctor Amor, quien es, evidentemente, un cardiólogo.
-Guillermo Speranza, experto en fertilidad
-El cirujano infantil Claudio Pequeño
-El obstetra Carlos Cesaris.
-Dos especialistas en patologías mamarias: los doctores Bustos y Teti.
Sorprendente…
Hay casos curiosos, como el alemán Heinrich Pudor que es el fundador del movimiento nudista. Carlos Paredes llamó así a su inmobiliaria y Claudia Adorno puso su nombre al negocio de decoración.
Otra área sumamente fértil resulta ser la de las finanzas.
Está el funcionario del FMI Joseph Gold, el ex gerente del BID Ciro de Falco y el conocido presidente del Banco Santander, Emilio Botín.

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